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¿Cómo reconocer los síntomas de un golpe de calor?

España es uno de los países con más olas de calor, días en los que aumenta de un 10 a un 20% el riesgo de muerte. Ya a principios de junio, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) advirtió de que este verano sería más caluroso de lo normal en toda España.

La consecuencia directa de este calentamiento global es que desde que empezó el verano raro es el día en que no superemos los 35º en los termómetros. Un calor extremo sumado a un tiempo de demasiada exposición al sol puede tener efectos muy graves y desencadenar lo que comúnmente conocemos como golpe de calor.

¿Cómo se produce un golpe de calor?

Ocurre cuando nuestro cuerpo no es capaz de contrarrestar la temperatura ambiental y en pocos minutos alcanza los 41ºC. Lo normal para que nuestro organismo funcione correctamente es que se mantenga entre los 36 y 37,5ºC, pero cuando se supera ese nivel:

  • Entre los 39-40ºC: comenzamos a sentir fatiga
  • Entre los 40-41ºC: se produce agotamiento por calor
  • Más de 41ºC: el cuerpo comienza a dejar de funcionar

Basta con que la temperatura ambiental supere a la temperatura interna durante más de 20 minutos para alcanzar lo que también se conoce como hipertermia o insolación. Si le añadimos la humedad alta de ciertas zonas de la tierra, el riesgo empeora.

Nuestro principal escudo frente a los golpes de calor son el sudor y la respiración. El hipotálamo (que regula en nuestro cerebro las emociones, el hambre, la sed o la temperatura) se encarga de activar la secreción de sales y de sudor para disipar el calor de la piel. Pero hay ocasiones en que esta defensa no es suficiente. Especial atención merecen:

  • Los menores de 5 años
  • Los mayores de 65
  • Las mujeres embarazadas
  • Los enfermos crónicos
  • Los deportistas (por raro que parezca)

Este artículo de El País cuenta con bastante ironía cómo escoger las horas centrales de un día caluroso puede ser letal para nuestra salud. Salir a correr, tomar el sol, dejar que los niños jueguen o que los ancianos paseen cuando los termómetros superan los 35 grados es especialmente contraproducente.

niño en la playa

Sobre todo porque a veces los síntomas de un golpe de calor (que el pasado año se cobró la vida de 24 personas en España) pueden pasar inadvertidos. Al notarlo, nuestro cuerpo nos avisa con un dolor de cabeza y somnolencias que pueden atribuirse a falta de sueño, pero los expertos explican que es necesario prestar atención a la evolución de esos dos primeros síntomas. Después puede llegar una sudoración más alta de lo habitual, enrojecimiento, dolor abdominal, mareos, piel seca, calambres o incluso la pérdida de la conciencia.

Para que no se produzcan secuelas, que pueden ir desde el daño cerebral hasta el coma, lo mejor además de la debida precaución, de la toma de líquidos y de evitar el calor es acudir a un médico.

La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (Unisdr) ha alertado hace escasos días de la necesidad de prevenir el peligro que implican las temperaturas extremas si se quiere reducir la mortalidad relacionada con este fenómeno. Veinticinco olas de calor graves entre 2005 y 2015 provocaron 7.000 muertes anuales en todo el mundo.

Unisdr pide especial atención en el caso de las personas más vulnerables, entre quienes destaca a los refugiados, a los ancianos y a los niños, para que se les garantice el acceso a agua y un refugio adecuado.

Del 15 al 15: el periodo más caluroso

Durante la canícula, que se extiende entre el 15 de julio y el 15 de agosto, se produce el período de más calor de todo el año. Sucede en estos días (y no al principio del verano) porque la tierra ya está recalentada, el sol está menos alto y la temperatura de la superficie del mar está más caliente que a comienzos de la estación.

Durante el mes de agosto (en que más brilla la estrella Sirio de la constelación Canis Maior) suelen entrar corrientes de aire procedentes de África por lo que los golpes de calor pueden ser más frecuentes. De hecho, es en plena canícula cuando más escuchamos la noticia de temperaturas inéditas: un ejemplo: el 23 de julio de 1995 (en plena canícula) las provincias de Sevilla y Córdoba alcanzaron los 46,6ºC.

El consejo desde Farmacia Santamaría es evitar las temperaturas extremas porque suponen un riesgo muy grave y tener especial precaución con los niños y ancianos. Ante la menor sospecha de golpe de calor, hemos de buscar la sombra, hidratar y acudir a un médico lo antes posible.