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Hígado Graso. Definición y Causas

hígado graso en persona adulta

Uno de cada cuatro adultos en todo el mundo sufre hígado graso, pero la mayoría no lo sabe. Por esta razón, muchos especialistas consideran que estamos ante la epidemia del hígado graso, la enfermedad silenciosa de mayor riesgo y la que refleja con más claridad nuestros malos hábitos de vida.

Pero empecemos por darle al hígado la importancia que merece: es el segundo órgano más grande de nuestro cuerpo, sólo después de la piel, y uno de los más activos: ¡realiza más de 500 funciones!

En este post te animamos a cuidarlo y a prevenir esta enfermedad que pone en peligro el órgano que evita que nos ataquen infecciones, que hace posible la producción de proteínas y hormonas y que controla nuestros niveles de azúcar en sangre.

Qué es el hígado graso 

Un hígado sano suele contener una cantidad de grasa que no representa más del 5% de su peso. Pero, ¿qué ocurre cuando se supera este porcentaje? Si el hígado tiene un porcentaje de grasa entre el 5% y el 10% de su peso, se considera que la persona tiene hígado graso.

Esto significa que existe una acumulación anómala de ciertas grasas (triglicéridos) en el interior de las células hepáticas.

hígado graso en persona adulta

Ya te lo hemos adelantado: la función de estas células es fundamental para la síntesis de sustancias nutritivas como las proteínas y para la descomposición de los carbohidratos y los lípidos, por ejemplo.

¿Por qué es tan peligroso el hígado graso?

  • Primero, porque suele aparecer y crecer sin darte muchas pistas.
  • Segundo, porque es prácticamente imposible de diagnosticar con análisis rutinarios (o se encuentra por casualidad, o se encuentra porque se busca).

Su gravedad radica en lo que viene si se complica sin que le hagamos caso: el hígado graso puede causar inflamación del hígado, con posibilidad de desarrollar fibrosis y derivar en daño hepático crónico o cirrosis, además de otras complicaciones que te contamos más abajo.

Tipos de hígado graso 

El hígado graso se conoce en medicina como enfermedad hepática grasa no alcohólica (EHGNA). Se denomina así para diferenciarla de las lesiones que provoca en el hígado el abuso de alcohol. El que tratamos ahora no tiene nada que ver con el alcohol sino con otras afecciones.

La EHGNA engloba a dos tipos de enfermedades diferentes:

  • Hígado graso no alcohólico (HGNA): sólo hay grasa en las células del hígado.
  • Esteatohepatitis no alcohólica (EHNA): además de presentar grasa en el hígado, esta grasa provoca una inflamación en el hígado (por eso se le añade la palabra hepatitis) que puede traer con el tiempo un deterioro progresivo de este órgano, que acabe en fibrosis hepática (cicatrices dentro del hígado), cirrosis (un hígado completamente lleno de cicatrices) e incluso tumores hepáticos.

Causas del hígado graso 

Las causas del hígado graso no son del todo claras. Las investigaciones sugieren que ciertas afecciones de salud, los genes, la dieta y el aparato digestivo podrían hacer a la persona más propensa a desarrollar enfermedad del hígado graso no alcohólico.

Sí se sabe es que existe una mayor prevalencia entre aquellas personas que sufren:

  • Sobrepeso u obesidad
  • Resistencia a la insulina o diabetes tipo 2
  • Concentraciones anormales de grasas en la sangre, que podrían incluir concentraciones altas de triglicéridos o concentraciones anormales de colesterol: colesterol total alto, colesterol LDL alto o colesterol HDL bajo
  • Síndrome metabólico o uno o más rasgos del síndrome metabólico
  • Presión arterial alta
  • Concentraciones de glucosa en la sangre más altas de lo normal o un diagnóstico de diabetes tipo 2

Otras causas pueden ser:

  • Ciertos trastornos, conocidos como lipodistrofias, que hacen que el cuerpo use o almacene grasa de manera inadecuada
  • Dietas rápidas o desnutrición
  • Algunos medicamentos
  • Enfermedades genéticas raras, como la enfermedad de Wilson o la hipobetalipoproteinemia

Entonces, ¿por qué decíamos más arriba que el hígado graso refleja nuestros malos hábitos de vida?

Porque en la búsqueda de los orígenes de la enfermedad del hígado graso, pesan especialmente el sedentarismo, la resistencia a la insulina y, sobre todo, una alimentación no equilibrada.

Tanto es así, que una investigación publicada en Clinical Gastroenterology and Hepatology explica el vínculo entre la comida rápida y la salud del hígado. Los expertos afirman que el abuso de comida rápida podría causar la enfermedad HGNA, potencialmente mortal.

Sintomatología  

Se suele decir que la enfermedad del hígado graso es silenciosa porque puede que la persona que lo sufra no experimente ningún síntoma, incluso a medida que avanza.

Sin embargo, como destaca Medical News Today, la enfermedad del hígado graso puede agrandar el hígado y causar dolor o malestar en la parte superior derecha del abdomen, que es el área entre las caderas y el pecho.

persona llevándose la mano al hígado

Los primeros síntomas pueden ser:

  • pérdida de apetito
  • sentirse enfermo o vomitar
  • pérdida de peso
  • cansancio

Hay ciertos análisis de sangre y pruebas de imagen que pueden sugerir la presencia de hígado graso, pero la biopsia hepática es el procedimiento más fiable para identificar cualquier tipo de enfermedad del hígado.

Consecuencias a largo plazo 

La importancia de un diagnóstico precoz es vital para evitar las complicaciones del hígado graso a largo plazo.

Se desconoce qué factores llevan a que una persona tenga solo esteatosis o desarrolle esteatohepatitis (recuerda que es el tipo con inflamación del hígado), si bien se sospecha que tanto factores ambientales como genéticos contribuyen a esta evolución.

Lo explica en este artículo Redacción Médica: “Tampoco se conocen los factores que hacen pasar desde esteatohepatitis hacia cirrosis, algo que ocurre en aproximadamente 5 de cada 100 pacientes con esteatohepatitis, aunque de nuevo factores ambientales y genéticos contribuyen probablemente a esta evolución”.

Los pacientes con hígado graso no alcohólico tienen con frecuencia muchos factores de riesgo para el desarrollo de enfermedad cardiovascular, como obesidad, hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, etc.

De hecho, la causa principal de muerte en estos pacientes es el infarto de miocardio o el ictus.

Cómo eliminar la grasa del hígado 

No se ha encontrado aún un tratamiento que cure la enfermedad del hígado graso. El objetivo principal debe ser controlar los factores de riesgo.

Como indica la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, “las modificaciones en la dieta y el estilo de vida son el pilar fundamental de esta enfermedad”.

La actividad física tiene un efecto beneficioso sobre la grasa hepática, ya que mejora la resistencia a la insulina, “incluso aunque no se asocie a una pérdida de peso”. De ahí que se recomienden ejercicios de fuerza de moderada/alta intensidad durante 30-60 minutos, 3-4 veces a la semana, y ejercicio aeróbico (andar, correr, nadar, etc.) durante 150 a 200 minutos semanales.

pareja haciendo deporte

Guarda este decálogo para prevenir el hígado graso:

  • Dieta mediterránea
  • Restricción calórica
  • Evitar ultraprocesados y carnes rojas
  • Promover carbohidratos complejos
  • Reducir grasas saturadas y aumentar omega-3 y MUFA’s
  • Elevado contenido en fibra
  • Abstinencia de alcohol
  • El café podría ser beneficioso
  • Ejercicios de fuerza (pesas, cintas)
  • Ejercicio aeróbico (correr, nadar)

Alimentos y plantas para combatir el hígado graso 

concepto de hígado sano en imagen

Entre los alimentos que no pueden faltar en nuestra despensa si queremos prevenir el hígado graso se encuentran:

  • Consumo preferente de aceite de oliva virgen extra (fuente de ácidos grados monoinsaturados)
  • Consumo de dos o tres raciones a la semana de pescado azul
  • Nueces
  • Café
  • Lácteos fermentados en nuestra dieta
  • Fruta fresca y de temporada

También tenemos algunos alimentos y plantas específicas que han demostrado ser grandes hepatoprotectores:

  • alcachofas
  • nísperos
  • rábanos
  • remolacha
  • boldo
  • cardo mariano
  • diente de león
  • limón
  • zanahoria cruda
  • brócoli
  • coliflor
  • espinacas
  • avena
  • espárragos
  • plátano
  • moringa
  • desmodium desmodens

Esperamos haberte ayudado a resolver tus dudas sobre la enfermedad del hígado graso. Como ves, cada uno de nosotros tiene un papel importante en el cuidado de su salud.

Si sospechas que puedes sufrir esta enfermedad, consulta a tu médico de cabecera. Si lo que quieres es que te ayudemos a mejorar tu dieta, puedes pedir cita con nuestro servicio de Dietética y Nutrición en el teléfono 958154949 o a través de nuestras redes sociales.