El vínculo tan especial que se crea con los pacientes es lo que destaca Germán Gutiérrez de su profesión. El farmacéutico, que comenzó a trabajar hace ahora 5 años, explica que ‘inventos’ como las redes sociales mejoran aún más la comunicación y es una herramienta a tener muy en cuenta.
– ¿Cuándo y dónde empezaste a trabajar como farmacéutico?
– Creo que empecé a trabajar en el 2014 en una farmacia del Albayzin.
– ¿Cómo ha cambiado la farmacia en comparación a tus principios?
– No ha cambiado mucho, se trata de intentar ayudar y socorrer.
– ¿Qué es lo que más te gusta de ser farmacéutico?
– La atención al público. Ver a todo tipo de personas buscando solución a sus dolencias, y poder participar en su mejora es lo que más me gusta. Se forma un vínculo e incluso cuando vuelven de forma asidua se crean amistades.
– ¿Hacia dónde crees que va el papel del farmacéutico? ¿Crees que la presencia online le resta importancia a la cercanía?
-El farmacéutico de hoy en día se está convirtiendo en una pieza fundamental de la sociedad. Un consejero, un amigo, alguien con quien hablar. La atención farmacéutica es vital tanto a la hora de explicar un tratamiento (posología, interacciones, etc…), como en todas las recomendaciones que puedan surgir.
La presencia online es una herramienta más que hay. Es el futuro, debemos aprovechar y estar a la altura ante las nuevas tecnologías. Las redes sociales facilitan la comunicación y, ¿por qué no solventar dudas ? La sociedad es cada vez más amplia y compleja, tenemos este mecanismo que nos ayuda a ponernos en contacto con todo el mundo, bien sea de alguien que vive en un pueblo donde no hay médico o farmacéutico o bien de alguien que por vergüenza, sexo o edad no se siente capacitado para ir a un centro sanitario. Yo creo que la presencia online ayuda y acerca a las personas.
– ¿Cuál es el consejo que más repites?
– Una sonrisa lo cura todo.
– Qué otras aficiones tienes además de tu trabajo.
– Me gusta dedicar mi tiempo libre a tocar en un grupo, concretamente con la Tuna de Medicina.
– Si no hubieras sido farmacéutico, qué serías.
– Difícil respuesta. No me imagino haber escogido otro camino.
